Ejemplo de sostenibilidad, el Jardín Botánico de la UAEM

Ejemplo de sostenibilidad, el  Jardín Botánico de la UAEM
Columba Monroy Ortiz, investigadora del CIB de la UAEM afirmó que el Jardín Botánico de la institución alberga colecciones de plantas vivas cuyo papel es fundamental para la conservación y el desarrollo sustentable de acuerdo con la estrategia de conservación en México.

Columba Monroy Ortiz, investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), afirmó que el Jardín Botánico de la institución alberga colecciones de plantas vivas cuyo papel es fundamental para la conservación y el desarrollo sustentable de acuerdo con la estrategia de conservación en México.

El pasado 9 de mayo, Columba Monroy Ortiz, científica que estudia el uso de las plantas basado en el conocimiento tradicional que poseen los habitantes del campo y la ciudad en Morelos, impartió una conferencia virtual en el marco del Tercer Encuentro de experiencias del conocimiento en el manejo de recursos naturales, que organizó el CIB, con el título Hacia la integración de la diversidad biocultural en la educación, la experiencia en el Jardín Botánico Estatal de la UAEM.

Compartió que México es uno de los 12 países junto con Indonesia, India, Australia, Zaire, Brasil, Colombia, China, Perú, Malasia, Ecuador y Madagascar, de 170, que en conjunto reúnen entre el 60 y 70 por ciento de la diversidad total que existe en el planeta.

“Somos, además, un país diverso en términos bioculturales y un criterio para serlo es el número de lenguas que se hablan, pues México tiene registradas 291, de las 7 mil 105 lenguas que existen en el mundo, mil 481 en problemas y 906 que han desaparecido”, señaló la investigadora.

Columba Monroy dijo que parte del esfuerzo que se hace desde el CIB para la conservación de las plantas y la biocultura, es el Jardín Botánico, fundado en 1979, donde se alberga una gran colección de plantas vivas que juegan una función fundamental para la conservación de las especies.

Explicó que en este jardín se imparten talleres y visitas guiadas a la infancia donde pueden tocar, oler, observar y comer los productos que ahí se elaboran, “no solo se habla de la biodiversidad ecológica sino que tratamos de relacionarla con una tradición cultural que permite el aprovechamiento de las plantas con actividades sencilla y de esta forma se muestran dispuestos a tratar de conservar lo que probaron”, dijo.