Detectaron vecinos de Ayala un crematorio clandestino; piden cierre
Cuautla, Mor.- Desesperados porque ninguna autoridad les hacía caso, habitantes del poblado de Anenecuilco, municipio de Ayala, principalmente los que tienen viviendas por el bulevar Cuautla Anenecuilco, se manifestaron el pasado fin de semana, frente a un crematorio clandestino, donde denunciaron que, desde hace varios días, entregaron un oficio al ayuntamiento de Ayala, con las firmas de los vecinos, en donde denunciaron la fetidez que se desprende de ese lugar, sin que tuvieran respuesta a su demanda.
Manifestaron que dicho crematorio está en construcción y no cuenta con las instalaciones necesarias, pero que desde hace varias semanas ha empezado a funcionar cremando cuerpos, sin contar con ninguna medida sanitaria, además temen que el suelo también sea contaminado al no haber en esa área red de drenaje.
Elías Moreno Basaldúa ayudante municipal de Anenecuilco, informó que se había recibido una denuncia ciudadana de vecinos sobre si dicho crematorio contaba con los permisos correspondientes para operar, por lo que se procedió junto con el gobierno municipal y dependencias sanitarias a realizar una revisión del lugar y al no contar con la documentación necesaria, se procedió a clausurar el lugar.
Señaló que en los sellos de clausura se expuso que dicho crematorio no cuenta con la licencia de construcción ni la de uso de suelo, por lo que el propietario tendrá que suspender sus actividades hasta regularizarse.
Además añadió que, los vecinos exigieron al alcalde, Isaac Pimentel Mejía, que se sancione al propietario por haber violado la ley al empezar a cremar cadáveres sin las normas sanitarias correspondientes y por atentar contra la salud de las familias, y que se le nieguen los permisos porque esta zona no es propicia para ese tipo de negocios.
Relató que los habitantes del lugar se encuentran muy molestos, debido a ello pidieron a las autoridades federales y estatales que dicho crematorio sea reubicado a una zona despoblada, donde no afecte a los habitantes y también, que se le exija el cumplimiento de las normas sanitarias para ese tipo de negocios, pues ante la anarquía existente, prevalece el riesgo de que se convierta en un problema de salud pública.