Colectivos denuncian falta de eficacia en caso Ayotzinapa

Recuerdan que se sigue buscando con vida a aquellos cuya muerte no ha sido demostrada

Colectivos denuncian falta de  eficacia en caso Ayotzinapa

En un amplio comunicado, diversos colectivos se pronunciaron en torno al quinto aniversario de la desaparición de 43 normalistas en Iguala.

En el texto además de recordar las generalidades del caso, denuncian falta de compromiso e interés en instituciones como el Ejército, la Fiscalía General de la República y la Policía Federal.

Mantiene la exigencia de insistir en la búsqueda con vida de aquellos estudiantes cuyo homicidio no ha sido aún científica y legalmente comprobados, además del esclarecimiento total del penoso asunto.

 

El siguiente es su pronunciamiento:

 

A cinco años seguimos exigiendo verdad y justicia para los 43 de Ayotzinapa.

El 26 de septiembre de 2014 se llevó a cabo una de las más brutales acciones de las fuerzas del Estado para desaparecer a los 43 jóvenes estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en aquella trágica noche de Iguala que  está por cumplir cinco años, este 26 de septiembre de 2019, sin que se logre esclarecer la verdad sobre su paradero y aún con la creación de la Comisión creada por el gobierno de López Obrador, continuamos presenciando estupefactos como liberan a 24 detenidos ligados al caso, producto del desaseo con que actuó el gobierno peñista al arrancar declaraciones bajo tortura para forjar su enorme patraña que resultó la supuesta verdad histórica.

La noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, tuvo lugar uno de los más emblemáticos episodios de violación a los derechos humanos en la historia reciente de nuestro país. Los hechos sucedieron cuando un grupo de estudiantes de entre 17 y 25 años de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, acudió a la ciudad de Iguala, Guerrero, ubicada en ese mismo estado, con la finalidad de “tomar” autobuses que requerían para participar en la conmemoración del 2 de octubre, que cada año mantiene viva en México la memoria de esa represión contra estudiantes acaecida en 1968. Aunque la retención y el uso temporal de autobuses por los estudiantes para realizar sus actividades había sido habitual en Guerrero y contaba incluso con el aval tácito de empresas y autoridades, el 26 de septiembre la respuesta de las autoridades no fue la ordinaria: Policías Municipales de Iguala abrieron fuego contra los estudiantes para impedir que salieran de la ciudad con los autobuses. 

De esta manera, auxiliados por otras corporaciones y por civiles, los policías lograron cerrar el paso a cinco autobuses -tres que transitaban por una calle céntrica y dos que lo hacían por una calle periférica-. En esos dos escenarios fueron detenidos 43 estudiantes que habrían de ser desaparecidos. Más tarde esa misma noche, continuaron las agresiones contra los estudiantes y contra la población en general, ya no sólo por parte de agentes estatales sino también por civiles que, como después se demostró, eran parte de la estructura de una organización criminal fuertemente imbricada con las instancias estatales presentes en esa zona de Guerrero, denominada Guerreros Unidos.