Aprendiendo en tiempos de covid
Este ciclo escolar ha sido diferente al resto de lo que antes conocimos. Históricamente ha marcado un cambio en la educación. Trajo complicaciones en sus inicios a maestros, alumnos y padres de familia en el proceso de adaptación a esta nueva modalidad, el reto del aprendizaje en casa este tiempo de cambios fue brusco, obstaculizado por las vías de acceso llámese tecnológicas o estructurales dentro de la dinámica familiar, dando paso a un reto en la adaptación a este nuevo sistema de aprendizaje, pero también demostró que a pesar de los obstáculos que las familias enfrentaron, la comunicación y el compromiso entre padres y docentes pueden marcar la diferencia positiva en el aprendizaje en algunos casos.
Esta modalidad ha sido complicada pero no imposible para seguir aprendiendo a distancia, pero hay que reconocer esta contingencia también aporto que conviviéramos más con nuestros seres amados favoreciendo la convivencia familiar y la comunicación con los demás.
En este punto del ciclo escolar y claro, sin generalizar, algunos docentes y familiares de los alumnos han considerado este ciclo escolar “perdido” ya que han estimado que la parte curricular o los objetivos establecidos en la propuesta educativa no se han alcanzado, sin embargo, sería bueno replantear que el éxito educativo está relacionado con muchas otras esferas del desarrollo humano tanto sociales y personales.
Considerar al ciclo escolar como “fracaso” o “perdido” sería limitarnos a lo que realmente significa la educación, sería ignorar los propósitos y objetivos de esta. Por lo que es importante volver a recordar que el objetivo es “el desarrollo integral de la persona”, la educación también conlleva a formar a seres aptos para resolver problemas de la vida diaria, siendo importante aclarar que no se habla de restar importancia al tema curricular sino de respetar los procesos adaptativos y el contexto de cada alumno, con objetivo de considerar el punto de partida hacia el aprendizaje.
La Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER) 20 ha visto como resultado favorable el incluir el juego, actividades de la vida cotidiana y los aprendizajes dentro de sus actividades durante esta contingencia, mostrado avances en su desarrollo personal y social como aumento en su confianza, motivación y avances curriculares.
El trabajar las habilidades adaptativas en conjunto con el juego aportó que tanto padres como alumnos lograran reconocer sus capacidades y habilidades que poseen a demás de una mejor organización dentro de los deberes y organización en casa.
El juego es una herramienta que posibilita el aprendizaje del niño con y sin discapacidad ya que parte de su propia experiencia, implica placer, espontaneidad, motivación, participación, comunicación, conocimiento de sí mismo, de los demás y del mundo que le rodea, esta técnica de trabajo también benefició a la convivencia en casa con hermanos padres y abuelos.
Los cambios que se dan en las sociedades construyen el tiempo histórico, y aprender adaptarse a estos conlleva tiempo pero que mejor manera que aprender adaptarte a los cambios mediante los juegos.