Rudy ya fue sepultado en Guatemala; esposa hace revelaciones

El fin de semana retornó en un ataúd el migrante asesinado en Ocuituco
La señora relata una plática telefónica con su hijo aún en Morelos, el tiempo de secuestro y el pago de rescate

Rudy ya fue sepultado en Guatemala; esposa  hace revelaciones
La mamá del menor guatemalteco que convalece en Morelos revela lo que platicó con el niño, a través de una llamada telefónica.
Rudy ya fue sepultado en Guatemala; esposa  hace revelaciones

"Mi niño, cuando yo hablé con él, él me dijo que estaba desesperado y quería estar conmigo", reveló Dora Estela Ortiz, madre del menor guatemalteco hallado herido junto al cadáver de su padre, en Ocuituco, Morelos, el pasado 7, tras haber sido ambos agredidos por un presunto grupo criminal, dedicado al secuestro y extorsión de migrantes.

Lo anterior fue hecho público por la madre del niño, antes de recibir el cuerpo de Rudy, su esposo, finalmente de regreso este fin de semana en Matatescuintla, población sumida en la pobreza, donde el infortunado guatemalteco ya fue sepultado este lunes.

La cobertura del caso, que ha alcanzado a los medios nacionales y latinoamericanos, además de varios en Estados Unidos (donde las tragedias de los migrantes son comúnmente bandera política del más alto nivel, incluido el propio presidente Donald Trump, republicanos y demócratas en el Congreso americano) la hizo la cadena norteamericana CNN, tras el envío de un equipo al hogar desde donde salieron los cuatro guatemaltecos atacados en Morelos.

Antes de reencontrarse con su esposo por última vez, Dora Estela dio detalles, en un video difundido por la empresa mediática referida, de la conversación referida con su hijo aún en México, el pago de rescate y el tiempo que presuntamente estuvieron secuestrados su esposo, hijo y dos familiares más, quienes salieron juntos de Guatemala.

No se precisa la fecha en que se comunicó telefónicamente con el niño convaleciente en un hospital morelense, pero por lo que reveló, la plática se dio en un momento en que el niño estaba consciente que las cosas no estaban bien, y deseaba, mejor, retornar con su madre.

La señora confirma en su relato que el niño no sabía de la muerte de su padre, pues a ella le preguntó sobre el número de teléfono en el que podía hablar con él, "quería hablar con él, pregunta por su papá, que dónde está su papá, y que él quiere el número de su teléfono", señala ella, quien carga a una pequeña hermana del residente accidental y temporal en Morelos.

Las imágenes del lugar, al que sólo se puede llegar tras al menos una hora por terracería, según la CNN, dan cuenta de una población sumida en la pobreza, donde Dora cuenta las horas para volver a estar junto con su niño, como ella lo llama.

 

Una semana secuestrados

La esposa de Rudy confirmó que fue a ellos a quienes se los buscó para el pago del rescate. Refiere que el lapso de la privación de la libertad de sus pariente y la negociación para el rescate fue de aproximadamente una semana.

El monto inicial fue de 100 mil quetzales, que después se convirtió en 12 mil dólares, de los cuales ella asegura que con el apoyo de varias personas, se lograron juntar 8 mil. No tiene duda que el dinero llegó a los captores, quienes ofrecieron la libertad de los plagiados, en cuanto hicieran el cobro. Como se sabe, la promesa no fue cumplida, y el saldo fue de un hombre asesinado (Rudy) y los otros tres centroamericanos, heridos.

No es una historia nueva. Cuestionada sobre el motivo del viaje de su esposo y acompañantes, la señora Dora ofrece la respuesta esperada: "quería darle un mejor futuro a sus hijos. Para que viviéramos más bien", señala con la desesperanza en el rostro, en la mirada, mientras su hija se entretiene, sonriente y juguetona, con la cámara que las graba.

 

"Un milagro de diosito"

Frente a un muro de adobe, agrietado, la entrevistada por el influyente medio estadunidense habla de lo difícil (aún más) que será su vida ahora, con sus tres hijos. Se muestra, sin embargo, muy contenta, de saber que su niño se recupera en su salud, y se regocija porque pudo salvarse de la muerte, en una situación tan riesgosa como en la que estuvo. "Fue un milagro de diosito", establece sin titubear. Tiene muchas esperanzas en el reencuentro, pues le dijeron que en cuanto el niño estuviera recuperado, lo iban a mandar para Guatemala (al cierre de esta edición este lunes, no se tenía información aún de la alta del menor, en un hospital de Morelos).

No fue lo mismo en cuanto a volver a ver a quien fue su pareja y regresó en un ataúd. Antes de la llegada de él, decía saber que sería importante verlo de nuevo, aunque fuese por última vez. "Lo voy a ver un ratito y después lo vamos a sepultar", señaló entonces. Hoy Rudy ya está enterrado y descansa en paz.